Emilia Pardo Bazán nació en A Coruña en 1851 y murió en Madrid en 1921.
PORVENIR DE LA POESÍA
"La nature est la grande lyre,
le poete l'archet divin."
V. Hugo
I.
¿Por qué profeta triste, me
dices que este siglo mató la
poesía con desterrar el mito?
Aunque ceguéis la fuente no
falta el ancho río; él buscará
otro cauce para su curso
límpido. Si exhausto el
viajero se tiende en el camino
porque llegó la noche y están
sus pies heridos, al despuntar
la aurora con redoblados
bríos emprenderá la ruta que
le marcó el destino. Jamás de
los poetas se extinguirán los
himnos; si hoy enmudece el
pájaro es que prepara trinos.
Y cuando algunas veces su
corazón marchito en vez de
dulces cantos desbórdase en
gemidos,
allá en el horizonte la
sombra de Virgilio le
dice, como a Dante: "
¡Prosigue, amado hijo!"
II.
¡Oh bella poesía!
Mientras exista el hombre
tus frescos manantiales no
temas que se agoten.
Porque el poeta estudia
los mundos interiores;
traduce al luminoso
lenguaje de los dioses del
corazón los gritos, los
ecos de dolores, los
sueños y esperanzas, las
dulces ilusiones, las
dudas, las creencias la
vida y los amores. En esta
eterna lucha que traban
las pasiones con la razón
serena que al fin las vence
noble, como Jacob al
ángel irán los triunfadores
pidiendo a la poesía sus
santas bendiciones.
PORVIR
DA POESIA
"La nature est la grande lyre,
le poete l'archet divin."
V. Hugo
I.
Por que me dizes, triste profeta,
que este século matou
a poesia ao desterrar o mito?
Mesmo que a fonte
atravanqueis
não falta o rio largo; procurará
outro leito para o seu
límpido rumo. Se exausto o
viandante se
estende no caminho
porque é chegada a noite e
os seus lacerados pés estão
ao romper da aurora
com ímpetos redobrados
encetará a rota que o
destino lhe traçou.
Os hinos dos poetas
jamais se extinguirão.
Se hoje o pássaro ao silêncio se remete,
é porque prepara trinados.
E quando por vezes o seu murcho coração
em vez de doces cantos em prantos se derrama,
além, no horizonte diz-lhe
a sombra de Virgílio, como Dante:
"Em frente, filho amado"
II.
Ó bela poesia!
Enquanto o homem
existir
não temas que se esgotem
as tuas fontes de frescura.
Porque o poeta os mundos
interiores estuda
traduz a radiante linguagem
dos deuses do
coração os gritos,
os ecos das dores, os
sonhos
e esperanças, as doces ilusões,
as dúvidas
as crenças, a vida e os amores.
Nesta luta eterna
que em pelejam
as paixões com a serena razão
que nobre, por fim, as derrota,
como Jacob ao anjo ascenderão
os vencedores
mendigando à
poesia as suas
sacras bênçãos.
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