Ir al contenido principal

PAPUSZA (BONISLAWA WAJS), traducida del polaco por Ada Trzeciakowska

Papusza (Bonislawa Wajs) nació en Sitaniec (Polonia) en 1910 y murió en Inowrocław en 1987.

 

 

JUŻ MOJA NOGA NIE POSTANIE, GDZIE NIEGDYŚ JEŻDZILI CYGANIE

 

Ach, ludzie, chcielibyście poznać nasze życie,

prawdziwe o Cyganach wieści?

Ja wiem, że mi nie uwierzycie,

ale proszę – wysłuchajcie pieśni

i wierzcie, żem w niej ani słowa nie skłamała.

 

Śpiewam, jak kiedyś z dziećmi matka

biedowała.

Nie pójdę już do czarnych lasów,

wierzcie mi – niechaj zginę! –

gdzie wędrowali kiedyś Cyganie.

Bo ta droga – przeklęta!

Tam rosły biedne Cyganięta.

Gdzie ja bywałam – nie powiem.

Tam rosłam, tam się urodziłam.

Na stare lata

rozumu się nauczyłam.

 

Już moja noga nie postanie

tam, kędy ciemną nocą jeździli Cyganie.

Przysłuchiwały się dzieci – to dla nich

ptaki zmarłych śpiewały nocami.

 

Drogi, drogi, drożyny!

Czarne, czarne gęstwiny!

Ludzie, tak ciężko opowiedzieć,

jak pod gołym niebem się wiedzie,

jak żyło się w lasach Cyganom.

Niech dawne drogi przepadną,

co we wszystkie strony nas gnały,

którędy wiatry wiały.

 

We wszystkich stronach na odludziu

nic nie ma – tylko zeschły liść,

strach, żeby dzieci nie pomarzły nam.

Jak nam na tamte drogi iść,

gdzie kiedyś żyli Cyganie?

 

Dziwne było nasze życie – wiedzcie o tym.

Ale Cygan nie zamieniłby się z chłopem.

Tyle lat w czarnym lesie

przeżyli Cyganie przecie,

drogami, drożynami jeździli po świecie.

Kare konie, siwe konie kopytami

na kamieniach naszym pieśniom wtórowały.

Dzieci nasze bose ślady zostawiały.

I choć biedy nam dojadły,

to szczęśliwiśmy bywali,

jak te ptaki pośród liści,

pod zielonym słońcem maja.

Och, to dawne życie nasze, wędrowanie!

Jedzie tabor, wozów wiele, w nich Cyganie!

A u wozów skrzypią koła,

psy szczekają, rżenie koni słychać w lesie,

las to wszystko z wiatrem niesie.

Ludzie domy zamykają,

z daleka nas odpędzają.

 

Dzieci nasze proszą chleba...

Gdzie indziej nam jechać trzeba.

Pojedziemy dalej do wsi,

tam będziemy chleba prosić.

 

Żeby Bóg dał noce czarne,

tobym zgotowała mięsa cały garnek...

Da Bóg, żeby deszcze nie padały –

namiot mój podarty cały!

Nie ma wody ani chleba,

nic oprócz wiatru, oprócz nieba!...

 

Ni na lewo, ni na prawo

małej dróżki nie ma nawet.

Gdzież pojedzie biedny Cygan,

co go obcy człowiek ściga?...

Tak żył kiedyś Cygan ubogi.

Przeklęte są tamte drogi!

Nie wrócę już na te drogi.

Ja, która kocham las i pieśni leśne,

i wszystko, co żyje i rośnie.

 

  

NO VOLVERÉ A PONER UN PIE, ALLÍ DONDE ANTES VAGABAN LOS GITANOS

 

Ah, gente, ¿de nuestras vidas queréis saber,

tener auténticas nuevas sobre los gitanos?

Sé que no me vais a creer,

pero, escuchad mi canto, por favor

y creedme, ni una sola palabra he mentido.

 

Os voy a cantar sobre una madre y sus hijos

que grandes miserias han sufrido.

No volveré a los bosques negros

por los que antes vagaban los gitanos

creedme, ¡antes me muero!

¡Porque ese camino está maldito!

Allí crecieron los pobres gitanillos.

Por donde solía ir, eso deciros no puedo.

Allí crecí, allí nací.

En mi vejez

a razonar aprendí.

 

No volveré a poner un pie en esa espesura

que los gitanos atravesaban de noche oscura.

Los niños prestaban oído a ellos y a la luna

los pájaros de la muerte los acunan.

 

¡Caminos, rutas, sendas!

¡Espesuras negras, negras!

Gente, qué difícil es contaros

cómo era vivir bajo el cielo raso

cómo era morar entre los pinos.

Que se pierdan los viejos caminos

que nos llevaban sin aliento,

allí donde soplaban los vientos.

 

Por todos lados en el páramo

no hay más que hojas secas,

miedo a que los niños pasen frío.

¿Cómo volver a aquellas sendas,

a las moradas gitanas verdes?

 

Nuestras vidas eran extrañas sabedlo.

Pero un gitano no cambiaría con un campesino.

En el bosque negro tantos años

han resistido los gitanos,

por tantos caminos han andado.

Los cascos de los negros y rucios caballos

resonaban al son de nuestro tambor.

Los hijos dejaban huellas de pies descalzos.

Y aunque las desgracias nos atormentaron

estábamos felices y afortunados

como en las hojas lo son los pájaros

bajo el verde sol de mayo.

¡Oh, nuestra antigua vida, nuestro vagabundeo!

¡Ahí va la caravana los carros y de gitanos jaleo!

Y en los vagones crujen las ruedas,

relinchan los caballos, ladran los perros,

el bosque lo difunde todo con el viento

La gente sus casas cierra,

ya de lejos nos ahuyenta.

 

Nuestros hijos piden pan...

Hemos de buscar otra senda.

Hasta un pueblo seguir el viaje,

pedir el pan en otro paraje.

 

Si Dios nos diese noches negras,

llenaría con carne la olla entera…

Ojalá Dios no permita que llueva

¡y no rompa mi tienda una tormenta!

No hay pan ni otro alimento,

¡salvo el cielo, salvo el viento!...

 

Ni a la derecha ni a la izquierda

ni siquiera una pequeña senda.

¿Dónde puede ir el pobre gitano,

si lo persigue hasta un extraño?...

Así es como vivía el humilde gitano.

¡Malditos están aquellos caminos!

No volveré a esos senderos malignos.

Yo, que amo el bosque y su canto verde,

cada animal y cada árbol que en él crece.




Comentarios

Entradas populares de este blog

HAYDEN CARRUTH, traducido del inglés por Jonio González

Hayden Carruth nació en 1921 en Waterbury (EE. UU.) y murió en 2008 en Munnsville. SILENCE Sometimes we don’t say anything. Sometimes we sit on the deck and stare at the masses of goldenrod where the garden used to be and watch the color change form day to day, the high yellow turning to mustard and at last to tarnish. Starlings flitter in the branches of the dead hornbeam by the fence. And are these therefore the procedures of defeat? Why am I saying all this to you anyway since you already know it? But of course we always tell each other what we already know. What else? It’s the way love is in a late stage of the world .     SILENCIO A veces no decimos nada. A veces nos sentamos en el porche y contemplamos las innumerables flores amarillas que crecen en lo que antes era el jardín y vemos cómo cambia su color con cada día que pasa, de amarillo intenso a mostaza hasta que finalmente pierden su brillo. Junto a la cerca los estorninos revolotean

CELSO EMILIO FERREIRO, traducido del gallego por Pura Salceda

Celso Emilio Ferreiro nació en Celanova (Orense) en 1912 y murió en Vigo (Pontevedra) en 1979. INVERNO   Chove, chove na casa do probe e no meu corazón tamén chove. Dor da mau encallecida, dor da xente aterecida de frío polos camiños. Dor dos vellos e meniños. Dor dos homes desherdados e dos que están aldraxados. Mágoa da ferida allea. Dor dos que están na cadea, dos que sofren a inxustiza e viven baixo a cobiza. Mágoa e loito por tanto pranto que escoito. No meu peito, sulagado, soturno, fondo, calado, un río de amor se move. Chove, chove na casa do probe e no meu corazón tamén chove .   INVIERNO Llueve, llueve en la casa del pobre y en mi corazón también llueve.   Dolor por la mano encallecida, dolor por la gente aterida de frío por los caminos. Dolor por los viejos y chiquillos. Dolor por los hombres desheredados y de los que están ultrajados. Lástima de la herida ajena. Dolor por los que están en prisión, por los que sufren la injusticia y viv

MARÍA BALBÍN, traducida del asturiano por Lourdes Álvarez

María Balbín nació en Caravia (Asturias) en 1877 y murió en Oviedo en 1961. CUERRE UN REGATU... Cuerre un regatu per aquí cerquina que s´acolumbra desde mio ventana y nél finxen los rayos de la lluna per entre los manoxos d´espadaña cintes birllantes de cristal cuayáu y madexines qu´asemellen plata.   Tán durmiendo tranquilos los mios fíos cola risa esparcía pela cara que ye´l reflexu de los anxelinos con quien suañando tán ena so cama.   Cuasi rindía de los mios llabores que son abondos, sin mentir migaya, sentéme a descansar xunto a la mesa que tengo ena salina de mio casa y, como si fos obra d´un ensalmu non pudi remediar la pigazada y alcomencé a sueñar qu´unos neñinos tirándome cadunu pela saya cantábenme veyures a la vez quitándose unu al otru la palabra.   Nun eren gayasperes les ñoticies nin taben fartuquinos pela   traza, escalzos, esgamiaos, mal vistíos.. ¿pa qué me buscará asta cominaya? ¡si fora rica!, dixe, ¡si tuviera!