Jorge de Sena nació en Lisboa en 1919 y murió en Santa Bárbara (California) en 1978.
PANFLETO
Fere-me
esta idolatria mais do que todos os crimes:
Tanto
fervor desviado e perdido!
Tanta
gente ajoelhando à passagem do tempo
e
tão poucos lutando para lhe abrir caminho!
Há
uma vida inteira a jogar e gastar
no
pano verde imenso das campinas do mundo.
Há
desertos cativos de uma ausência dos povos.
Há
uma guerra devastando a vida,
enquanto
a supuserem redimida!
E em
nós a redenção quase perdida!...
Vamos
rasgar, ó poetas, esta mentira da alma,
vamos
gritar aos homens que os enganam,
que
não é a força, que não é a glória,
que
não é o sol nem a lua nem as estrelas,
nem
os lares nem os filhos, nem os mares floridos,
nem
o prazer nem a dor nem a amizade,
nem
o indivíduo só compreendendo as causas,
nem
os livros nem os poemas, nem as audácias heróicas,
— a
redenção sou eu, se formos nós sem forma,
sem
liberdade ou corpo, sem programas ou escolas!
Aqui
está a redenção. Tomai-a toda.
E se
é verdade a fome,
se é
verdade o abismo,
se é
verdade o pensamento úmido
que
pestaneja ansioso nos cortejos públicos,
se
são verdade as redenções que mentem:
Matem
essa gente para salvar a Vida!
E
matem-me com elas para que as queime ainda!
PANFLETO
Me
hiere esta idolatría más que todos los crímenes:
¡Tanto
fervor desviado y perdido!
¡Tanta
gente arrodillándose mientras pasa el tiempo
y
tan pocos luchando por abrirle camino!
¡Hay
una vida entera para tirar y gastar
en
el inmenso manto verde de las llanuras del mundo.
Hay
desiertos cautivos por una ausencia de los pueblos.
Hay
una guerra devastando la vida
en
cuanto la supusieran redimida!
¡Y
en nosotros la redención casi perdida!...
Rasguemos,
oh poetas, esta mentira del alma,
gritemos
a los hombres que nos engañan,
que
no es la fuerza, que no es la gloria,
que
no es el sol, ni la luna ni las estrellas,
ni
los hogares ni los hijos, ni los mares floridos,
ni
el placer, ni el dolor ni la amistad,
ni
el hombre sólo comprendiendo las causas,
ni
los libros ni los poemas, ni las audacias heroicas,
-¡la
redención soy yo, si fuésemos nosotros sin forma,
sin
libertad o cuerpo, sin programas o escuelas!
Aquí
está la redención. Tómala toda.
Y
si es verdad el hambre, si es verdad el abismo,
si
es verdad el pensamiento húmedo
que
pestañea ansioso en los cortejos públicos,
si
son verdad las redenciones que mantienen:
¡Mantén
a esta gente para salvar la vida!
¡Y
mantenme con ellas para que las queme todavía!
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