Ir al contenido principal

MANRIQUE FERNÁNDEZ MORENO, traducido al griego por Stella Panagopoulou

Manrique Fernández Moreno nació en 1928 en Buenos Aires (Argentina), donde murió en 2006.



ÚLTIMO POEMA

 

vení

vamos a escribir el último poema

tienes todo preparado

el mar el lápiz la cerveza

pero tienes plateada la cabeza

 

se te nota en todo tu aspecto

que vas a escribir un verso

pero sufrirás antes del amanecer

 

después de veinte años de silencio

no no es esto lo que yo quería decir

pronunciarás las palmas las palmas las palmas

y lo harás con toda nobleza

sabiendo que es inútil

que escribas un verso

 

pero este es el último

 

en tanto

la bañista frente a mí

se cubre desolada la cara con las manos


ΤΕΛΕΥΤΑΙΟ ΠΟΙΗΜΑ

ήρθα
θα γράψουμε το τελευταίο ποίημα
έχεις ετοιμάσει τα πάντα
η θάλασσα το στυλό η μπύρα
αλλά έχεις γκριζάρει

είναι εμφανές σ’όλη την όψη σου
ότι θα γράψεις ένα στίχο
αλλά θα υποφέρεις πριν το ξημέρωμα

μετά από δέκα χρόνια σιωπής
όχι όχι δεν είναι αυτό που ήθελα να πω
θα προφέρεις οι παλάμες οι παλάμες οι παλάμες
και θα το κάνεις με αληθινή ευγένεια
γνωρίζοντας ότι είναι μάταιο
να γράφεις ένα στίχο

αλλά αυτός είναι ο τελευταίος

εν τω μεταξύ
η λουόμενη εμπρός μου
σκεπάζει με τα χέρια συντετριμμένη το πρόσωπο



Comentarios

Entradas populares de este blog

HAYDEN CARRUTH, traducido del inglés por Jonio González

Hayden Carruth nació en 1921 en Waterbury (EE. UU.) y murió en 2008 en Munnsville. SILENCE Sometimes we don’t say anything. Sometimes we sit on the deck and stare at the masses of goldenrod where the garden used to be and watch the color change form day to day, the high yellow turning to mustard and at last to tarnish. Starlings flitter in the branches of the dead hornbeam by the fence. And are these therefore the procedures of defeat? Why am I saying all this to you anyway since you already know it? But of course we always tell each other what we already know. What else? It’s the way love is in a late stage of the world .     SILENCIO A veces no decimos nada. A veces nos sentamos en el porche y contemplamos las innumerables flores amarillas que crecen en lo que antes era el jardín y vemos cómo cambia su color con cada día que pasa, de amarillo intenso a mostaza hasta que finalmente pierden su brillo. Junto a la cerca los estorninos revolotean

CELSO EMILIO FERREIRO, traducido del gallego por Pura Salceda

Celso Emilio Ferreiro nació en Celanova (Orense) en 1912 y murió en Vigo (Pontevedra) en 1979. INVERNO   Chove, chove na casa do probe e no meu corazón tamén chove. Dor da mau encallecida, dor da xente aterecida de frío polos camiños. Dor dos vellos e meniños. Dor dos homes desherdados e dos que están aldraxados. Mágoa da ferida allea. Dor dos que están na cadea, dos que sofren a inxustiza e viven baixo a cobiza. Mágoa e loito por tanto pranto que escoito. No meu peito, sulagado, soturno, fondo, calado, un río de amor se move. Chove, chove na casa do probe e no meu corazón tamén chove .   INVIERNO Llueve, llueve en la casa del pobre y en mi corazón también llueve.   Dolor por la mano encallecida, dolor por la gente aterida de frío por los caminos. Dolor por los viejos y chiquillos. Dolor por los hombres desheredados y de los que están ultrajados. Lástima de la herida ajena. Dolor por los que están en prisión, por los que sufren la injusticia y viv

JAIME JARAMILLO ESCOBAR, "X504", traducido al inglés por Anabel Torres

Jaime Jaramillo Escobar, "X504", nació en Pueblorrico (Colombia) en 1932 y murió en Medellín en 2021.                                            MAMÁ NEGRA   Cuando mamá negra hablaba del Chocó le brillaba la cadena de oro en el pescuezo, su largo pescuezo para beber agua en las totumas, para husmear el cielo, para chuparles la leche a los cocos. Su pescuezo largo para dar gritos de colores con las guacamayas, para hablar alto entre las vecinas, para ahogar la pena, y para besar a su negro, que era alto hasta el techo. Su pescuezo flexible para mover la cabeza en los bailes, para reír en las bodas. Y para lucir la sombrilla y para lucir el habla. Mamá negra tenía collares de gargantilla en los baúles, prendas blancas colgadas detrás del biombo de bambú, pendientes que se bamboleaban en sus orejas, y un abanico de plumas de ángel para revolver el aire. Su negro le traía mucho lujo del puerto cada vez que venían los barcos, y la casa estaba llena de tintineantes cortinas de co