Henry Barlow nació en 1929 en Kampala (Uganda), donde murió en 2006.
BUILDING THE NATION
Today I did my share
in building the nation.
I drove a Permanent Secretary
to an importante urgent function
in fact to a luncheon at the Vic.
The menú reflected its importance
Cold Bell beer with small talk
then fried chicken with niceties
wine to fill the hollowness of the laughs
ice-cream to cover the stereotype jokes
coffee to keep the PS awake on return journey.
I drove the Permanent Secretary back.
He yawned many times in back of the car
then to keep awake, he suddenly asked,
Did you have any luch friend?
I
replied looking straight ahead
and secretly smiling at his belated concern
that I had not, but was slimming!
Upon which he said with a seriousness
that amused more than annoyed me,
Mwananchi*,
I too had none!
I atended to matters of state.
Highly delicate diplomatic duties you know,
and friend, it goes against my grain,
causes me stomach ulcers and wind.
Ah, he continued, yawning again,
the pains we suffer in building the nation!
So the PS had ulcers too!
My ulcers I think are equally painful
only they are caused by hunger,
not sumptuous lunches!
So two nation builders
arrived home this evening
with terrible stomach pains
the result of building the nation –
Different
ways
*N. del T.: Ciudadano,
en Swahili.
CONSTRUYENDO LA NACIÓN
Hoy
he puesto mi granito de arena
para
construir la nación.
He
llevado en coche a un Secretario de Estado
a
una reunión muy urgente.
De
hecho era un almuerzo en el Vic.
El
menú reflejaba su importancia
cerveza
Cold Bell con charla insustancial
luego
pollo frito con buenas maneras
vino
para llenar las risas vacías
helado
para cubrir los chistes estereotipados
café
para mantener al Secretario despierto a la vuelta.
Llevé
de vuelta en el coche al Secretario.
Bostezó
muchas veces en el asiento de atrás
y
para mantenerse despierto de pronto me preguntó
¿Has
tomado algo para almorzar amigo?
Le
conteste mirando hacia adelante,
con
una velada sonrisa por su tardía preocupación,
que no había tomado nada, pero por adelgazar.
A
esto me respondió con una seriedad
que
me divirtió más que molestarme,
Ciudadano,
yo tampoco he almorzado nada
he
tenido que atender asuntos de Estado,
deberes
diplomáticos muy delicados, ya sabes
y
amigo mío, va en contra de mi naturaleza,
me
produce gases y úlceras de estómago.
¡Ah!,
continuó, bostezando de nuevo,
¡lo
que hay que sufrir para construir la nación!
¡Así
que el Secretario también tenía úlceras!
Yo
creo que mis úlceras son igualmente dolorosas
solo
que están causadas por el hambre
no
por almuerzos suntuosos.
Así
es como dos constructores de la nación
han
llegado esta noche a casa
con
un terrible dolor de estómago,
resultado
de construir la nación,
de
diferente manera.
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